jueves, septiembre 29, 2011

el parque y el beso.

Segundos delirantes van haciendo en este parque irregular, momentos que propician el dormir.

Dormir pensando en el sueño donde veo tu mirada triste, un risueño confundido.

Sueño donde mis manos tocan suavemente tus dedos, enfilando por el borde delgado de tus falanges, avanzando en forma tímida e indecisa a tus palmas.

Todo desde tus muñecas en un avance lento y siento el pulso de tu sangre, latiendo al interior de tu piel, y paseo pensativo las yemas de mis dedos por la dermis que cubren tus brazos, siento desde ahí, como mis ojos observan temerosos tu reacción. Tu rostro me dice todo y a la vez invita a seguir cubriendo con mis ansias el filo de tus codos.

Despacio y decidido cubro con mis palmas los músculos de tus brazos y suavemente rozo con mi desesperación un camino que me lleva sin miedo a tus hombros, mientras mis manos decididas afirman delicadamente tu cuello, apretando dulcemente con mis pulgares los lóbulos de tus orejas. Siento el calor de tu cuerpo mientras mis brazos realizar el ejercicio de moldear el momento y mi boca pequeña se ríe de mi.

Vislumbro como tu boca confundida se abre de a poco, lenta y temerosamente, mientras mi cuerpo se tensa, nos acercamos sin que nuestras mentes opongan resistencia y no dudas ni un segundo, sino toda una vida.

Mi boca se asusta, sin retroceder y en forma decidida emprende la aventura de buscar la tuya, porque nuestras bocas desconocidas se empiezan a observar, se ríen, zambullen en la ternura y el deseo.

Decidió, valiente y vertiginoso llego a rozar tus labios, sin tocarlos, esperando que superes tu indecisión y veo como poco a poco vas sucumbiendo, tus ojos se empiezan a decidir y tu boca deja de temblar. Entonces, en una fracción de eternidad, juntas tus labios a mi universo, sintiendo tu calor, tu aliento, tus dientes, tu boca, tu lengua, el bocado hilarante de tu mirada apagada, el sabor dulce de tu la punta de tu nariz tocando diagonalmente mi rostro.

Entregado al momento me diluyo en la desesperación del fin alcanzado y muevo suavemente mis labios tratando de masticar pedazos de tu alma, comiendo del caudal de tus labios, alimentando mis venas con los frutos esperanzadores de tu alegría.

Despues de horas, que fueron minutos, despues de haberme conquistado y reducido, alejamos nuestros rostros y brota manantialmente tu sonrisa, desde tus ojos surge dulcemente un gozo, una proyección que derrite mis huesos.

Trato de no caer, arrodillado y tambaleante, dejo caer mis manos por el mismo camino recorrido, alcanzando un encuentro final con tus manos.

El sueño termina y me veo nuevamente sentado, en mi génesis, con los ojos cerrados en el mismo y triste asiento del parque. Boto el cigarro mientras pongo mis músculos tensos para empezar a caminar hacia el destino que tenía desde un principio, esperando y soñando que ese beso se encuentre en mi camino.

viernes, septiembre 23, 2011

te quiero cauta
e indomita
te quiero encorazonada
rebelde
te quiero valiente y asustada
valiente y desesperada
te quiero cuando me sonries y me gritas
cuando desvelas tus sueños en mis pasarelas
te quiero cuando vas
cuando vienes
cuando vas
te quiero sin que lo sepas
aunque lo sepa una no patria entera
te quiero con tus seis mil millones de hijos
te quiero con tus seis mil millones de hermanos
gritando
cayendo y riendo en la risa de los niños
corriendo
pero siempre alegre
te quiero cuando ves amanecer en los ojos
de cualquier ser que habita mi humanidad
te quiero sin mi
y conmigo
te quiero cuando vas corriendo hacia tu futuro
sea cual sea este
te quiero cuando apareces distante
pero a la vez haces de mi cercanía una prosa
te quiero cuando vas por las calles
abismos y montañas
surcando en tus faldas una linda figura plateada
te quiero porque no usas faldas
y porque tus pies son calzados
te quiero cuando me sometes a tus ojos
y revisas mis ojos con los tuyos
te quiero cuando te busco en las multitudes
y te veo
cinco segundos
cinco minuto
cinco horas
cinco días
cinco semanas
cinco años
te quiero cuando van mis manos
pasando de las tuyas a las de tus niños
de tus manos hacia el futuro
te quiero cuando corres
y resbalas
y escalas
y supones mis ojos
y te precipitas a mis ideas
y arrancas el alquitrán de mis pulmones
te quiero cuando me manchas con tus manos
blancas, de nieve
te quiero cuando me tocas de improviso
y me cuidas la espalda
te quiero por que eres todo
y nada
y nada
y todo
te quiero porque a pesas de lo que todos pueden creer
eres nada.