jueves, mayo 10, 2012

Día de la Madre, día para olvidar.

Nunca he celebrado el día de la madre, porque no creo mucho en estas invenciones del consumismo. Pero ayer, converse con quien me dio la vida, converse sobre muchas cosas y me dí cuenta, que quiero ser padre. La semejanza entre querer ser padre y por tanto el día de la madre son obvias.

Ayer podría haber sido padre y tu podrías haber sido madre, el destino nos llevo a tomar decisiones, que destrozan el alma, decisiones que nos convierten en lo que hoy somos. Quien sabe acaso que podría haber pasado si nosotros hubiéramos sido padres, que habría sucedido si hubiéramos sido más valientes o más cobardes.

Pero también pienso en ti, en quien hace 4 meses quería convertir en la madre de mis hijos, en quien deposite toda mi esperanza de futuro, todos mis deseos de hacer vida juntos. Me duele hoy también saber que ya no será así.

Me siento solo, no por no tener un hijo, no por no tener una madre o una futura madre, sino que me siento solo porque veo tan lejano el momento en que llegue a eso, porque mi esperma quiere vida y mis manos buscan acurrucar un hijo, nuestro, tuyo, del mundo.