martes, febrero 21, 2012

Sin...


Sin respuesta me acerco a la ventana del deseo que se empaña cada mañana al despertar con mi boca tu beso.
Sin querer doy rienda controlada a mis manos que pretenden conquistar el néctar de tus orejas mediante mis ojos desenfrenados.
Sin ayuda bajo con mis yemas por la dulce cintura que se acomoda en mi cama, como si se riera de mi tu figura llamativa, indómita, pero cautiva.
Pero,
Sin ti me siento tan vacío en la mañana cual ocaso sin primavera o cual piedra en la columna de una montaña lejana y sincera.